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viernes, 25 de octubre de 2013

lunes, 30 de septiembre de 2013


El rostro y la máscara: Schugurensky. Diálogos con el teatro
(Convocatoria práctica artística colaborativa e investigación)
El rostro y la máscara es la nueva serie de óleos realizada por Pablo Schugurensky (Catamarca, Argentina, 1954), resultado de un proceso de investigación y colaboración con actores, actrices y personas vinculadas al teatro. Schugurensky interroga el rostro de los intérpretes durante largas horas de taller, de conversación, haciendo lo mismo con las máscaras de los personajes que los intérpretes construyen para el teatro. El resultado son retratos poderosísimos, de honda exploración psíquica. No te pierdas esta invitación privilegiada para asistir a la metamorfosis.
Más información en http://elrostroylamascara.blogspot.com.es
Presentación-comunicación de los artistas S/5 octubre, 19.00 h
Taller infantil S/19 octubre, 17.00 h
Hasta 31 octubre, Sala de exposiciones

sábado, 21 de septiembre de 2013


Inauguración y Performance.
20 de Set. 2013




Mariano y Nacho.



Nacho




Sergio López



Concha Quintana



Concha Quintana



JesúsMañeru y Josemi Garzón



Mariano Rabadán





Ignacio Yuste




Nuri Draka



Olalla Sánchez




Josemi, Concha y Nuri.






Mariano se emociona.





Máscaras. (Nacho)





Checho, Oli ,Josemi, Jesús.





Pascal y el público.




Los amigos.

 

sábado, 31 de agosto de 2013












LA PORTADA DEL CATÁLOGO.



INVITACIÓN

Mañana Viernes 20 a las 20 hs,

Performance :Divertimento para Música y Maquillaje .
Interpretes: Nuri Draka,Sergio López,Concha Quintana,Mariano Rabadan,Ignacio Yuste, Olalla Sánchez.
Música y percusión: Jesús Mañeru.   Contrabajo: Josemi Garzón

miércoles, 31 de julio de 2013

Convocatoria práctica artística colaborativa e investigación: EL ROSTRO Y LA MÁSCARA


                                      EL ROSTRO  Y  LAS  MÁSCARA

 EL ROSTRO Y LA MÁSCARA





¡Ejercicio de percepción determinante! Pablo Schugurensky se ha retado, ensayando una pintura psicológica, siguiendo al Baudelaire del “amor por el disfraz y por las máscaras”. El ser se desdobla, de sólito con plena consciencia, conjuntando diferentes yos, que interactivos forman su identidad: “Je est un autre”, Rimbaud.

Es conveniente precisar, como supo ver Hugo von Hofmannsthal, que “la forma es una máscara, pero sin forma  nada se puede dar ni tomar de alma a alma”. Schugurensky tiene muchas ideas, pero “la forma es lo que importa”, según Valéry. Su idea, que genera esta etapa, establecer un diálogo con el teatro, en concreto, con los actores. Y para ello, ha hablado, confesado, analizado, diseccionado, a diversos actores, mostrándolos como son o cómo ellos creen que son en persona y con su disfraz asumiendo otros personajes.

Referencia descriptiva para posibilitar un juicio crítico sobre este trabajo reciente, realizado durante 2012/2013. Distintos y numerosos estudios del rostro de los modelos, para llegar a esas dos diferentes posiciones, que se saben complementarias: el actor asumiendo su actitud y con el disfraz de su rol ¿Cuál es el disfraz? Ahí está la sagacidad del pintor y su venganza, o su claridad, porque algunas veces, sin especificarlo, hace que se cambien los papeles: expresando la naturalidad ontológica, cuando el hombre representa, y descubriendo el antifaz de quien postula su naturalidad, ajeno a la máscara.

¿Y cómo lo hace? A través del retrato, de su predilección por el retrato figurativo, buscando su entidad, oponiéndola a su  identidad con careta. Por veces un expresionismo figurativo fuerte, que se gira hacia el realismo vivaz, logrando piezas impactantes. Con un largo proceso: del estudio fragmentario al boceto, de éste a la realidad de formatos medios o grandes, que sitúan al personaje en el espacio de la tela, al dictado de una composición invasiva. Sobre una base de colas con pigmento, dibuja y reparte el óleo con un vigor expresionista y una gran pasión por el detalle. Las miradas penetrantes, vivas, hondas, retienen e inquieren al espectador.

No es un realismo al uso. Hay tantas clases de realismo, casi como autores que lo practican. Es una pintura, limpia, recia, poderosa, hecha con espátula o pincel; de acumulación de volúmenes o de seducción del volumen, que se torna sensual, querencioso, manifestando toda esa parte de eros, que gana la partida a tánatos. Para su  técnica utiliza punzones, espátula, pinceles, trapos, óleo…Para su icono: fuerza, decisión, rotundidad, hambre de trascender la figura y la pintura, hondura.

No busca el parecido, aunque esté garantizado y sea ineludible, sino la identidad del hombre y de ese mismo hombre con su disfraz. Cuando nos miramos en el espejo, no vemos sino lo que queremos ver, que tantas veces no coincide con lo que refleja. Cuando nos observamos en un lienzo, es distinto, la imagen que escrutamos se nos hace reconocible o desconocida, asumible o rechazable, porque, pensamos, que no somos así, que  no nos han representado como creíamos o queríamos ser.

En el primer cuarto del siglo XIX, escribió Nietzsche algo que valdría para hoy y valdrá para siempre: “El objetivo principal del arte es zarandear la imaginación con la fuerza de un sentimiento que no admite derrota, ni siquiera en medio de un mundo que se derrumba “.  Sin ningún tipo de dudas, Pablo Schugurensky es un espíritu que no admite derrota, como artista de pro. Si pintar para él dependiera de la suerte que puede correr su pintura, estaría muerto. Pero, está vivo, porque va siempre más allá, buscando esa chispa  que encienda la llama, ese clamor de intensidad que traspase la piel y llegue a lo que ocultó está.

Aquí hay un juego, una lucha de la que sale victorioso el autor, Como intuía Yeats, para la poesía, pero aplicable a la plástica, la propia forma poética puede servir de máscara. Hay infinitas máscaras, también para el pintor: la de la técnica, el estilo, la forma, la labia  propia o la de sus sochantres. Todas deben ser superadas, incluso haciendo desparecer al artista, para que podamos acceder con toda libertad a la contemplación de nuestro objeto. Al descubrimiento del ser retratado, con todas sus máscaras  y disfraces ¿Qué es Pessoa? ¿Un poeta o un baúl lleno de gente inteligente? ¡Un poeta inmenso compactado por una feraz pluralidad!.

Que se haya conseguido o no, que este arte cobre sentido, depende de que suscite un mínimo de adhesión emotiva. El arte lo hace el hombre y debe tener una respuesta del hombre. No se pinta para la oscuridad, se pinta para imbricar luz y color y darle proyección en el espectador.

En este tiempo en el que proliferan los montones de basura, o la basura sin más, bien está que se rinda admiración a este ofrecimiento de un constructor de formas emocionantes y de actitudes misteriosas. ¿Inteligencia o voluntad? Decía Azorín, que el arte podía contener muchos elementos, distintas definiciones, pero que había dos elementos de los que no podía carecer: “emoción y misterio”. Justo lo que Schugurensky nos regala, a borbotones o con lucidez del terciopelo, a trallazos gestuales o como meguez.

¿Quién soy yo? ¿Soy tú u otros? ¿Si me encuentro, me desprecio? ¿Me desprecio por no encontrarme? He aquí un debate, temerario y feraz, duro y diario, que el autor resuelve con aticismo, con estoicismo, con el placer de quien sabe que más allá de las máscaras  están los rostros, que más allá del disfraz está el dolor o la ternura, llevados al límite por “un sentimiento que no admite derrota”.

Al acceder al portal del taller del pintor, ya huele a pintura. Con virulencia. Es como si la pintura estuviera desafiante esperándonos, preparando su vehemencia, para decirnos, que todo aquello es sólo pintura y rabia y gesto y escozor y lumbre y hambre. Esquilo, en Las Euménides, afirma: “el olor a sangre humana no se me quita de los ojos”. Al salir del estudio, en plena solanera, uno se queda con los rostros y las máscaras de los actores dando vueltas en su cabeza y, parafraseando a Esquilo,  sin poder quitarse de los ojos el olor a sangre de la pintura.



        

                                                                                                               Tomás Paredes
                             Presidente de la Asociación Española de Críticos de Arte/AICA.Spain




Viernes 20 de Septiembre a las 20 horas: 

PERFORMANCE E  INAUGURACIÓN
Centro Comarcal de Humanidades "Cardenal Gonzaga" Sierra Norte
Avda. de La Cabrera 96/ 28751 La Cabrera. Madrid Tlf: 918689530  

La performance, "DIVERTIMENTO PARA MAQUILLAJE Y MÚSICA" cuenta con la participación de los siguientes actores: Sergio López; Concha Quintana; Mariano Rabadán; Olalla Sánchez ;Nuridraka e Ignacio Yuste. La música en vivo a cargo de Jesús Mañeru y Josemi Garzón.





El actor Mariano Rabadán delante de dos de  sus retratos.



Al verme reflejado en los lienzos de Pablo lo primero que sentí fue una sensación de vulnerabilidad, de pequeñez,  me sentía insignificante, la imagen, mi imagen,  me superaba, tanto en fuerza… en número… como en tamaño… me situé entre ellos y me sentí desdoblado, mis dos yos estaban ahí, actor y personaje, ambos mirándome con unos ojos que derrochaban vida,  con una fuerza imposible de plasmar si no es a través de un pincel, de la interpretación de una artista…. Por primera vez mi personaje me miraba, no era el reflejo de un espejo, si no la mirada del payaso a su público.  A riesgo de parecer pretencioso y narcisista, lo que realmente sentía, era verme inmortalizado, mi ego y mi alter ego (actor y personaje) habían sido representados en un soporte con materia, con relieve, con textura, de una forma tangible, y transcendente  en un tiempo en que nuestras imágenes están sujetas a la volatilidad de lo virtual, de lo digital, de lo pasajero y desechable. Yo y mi otro yo habían sido inmortalizados por la paleta de un maestro, la mirada de un pintor,  en un momento de la historia de nuestra vida.

Mariano Rabadán 
(Fragmentos del texto para el catálogo)





El Actor

Retrato de Ignacio Yuste.




Más de un año después, enfrentarme, confrontarme o sentarme sencillamente delante de los retratos que Pablo pinto de mi persona, aún me conmociona.
Pablo me contó que fue arduo abordar el retrato "El Actor", como sí se resistiera a ser pintado. A mi me resulto duro mirarlo, aceptarlo y finalmente, integrarlo. Si, soy yo, aunque en un principio me reconocía más en "La Máscara", donde evidentemente estoy maquillado, actuando, exteriorizando con una intención claramente caracterizadora.
Sin embargo, el otro retrato revela todo lo que llevo dentro y me empeño en esconder, en sumergir para ser aceptado, querido, reconocido. Con esta obra comprendo mejor que nunca, como la interpretación del pintor logra ir más allá de la imagen y trascender el lienzo y la pintura para desvelar el objeto, el paisaje, al humano. Me resistí a reconocerme en ese cuadro. Me venían cosas como: "ese no soy yo", "Pablo ha exagerado con su estilo", "es efectista y provocador en su interpretación"... Pero hoy constato que mi resistencia es la misma que tengo con mi carácter y mi personalidad en la vida, quiero ser mejor, bueno, gustar y despertar admiración y de hacerlo con mi mejor cara. Es importante destacar que el proceso de Pablo con esta obra coincidió con el momento más grave que he vivido con mi salud. Haciendo la inevitable analogía de la resurrección. Hoy, en el taller de Pablo mirando de nuevo los retratos, acepto que "eso" también soy yo. Y que además de todos los sentimientos duros y extraños, veo ternura, compasión y honestidad. Es como sí, sin quererlo, me hubiera por fin desnudado y al no querer decir nada, estuviera mostrándolo todo.
"La Máscara" muestra mi lado más juguetón y perverso, con el que me siento cada vez más libre en el teatro. 
Muchas gracias, Pablo, por esta experiencia tan reveladora.

 Ignacio Yuste (Nacho).


Cabaret II
Retrato de la actriz Concha Quintana



Me ha resultado difícil enfrentar los retratos puesto que la creación de este personaje surgió desde un trabajo muy orgánico e inconsciente. Mirar la obra, observar al personaje en ella, quieto y vivo es cada vez más emocionante. Es reencuentro, rechazo y aceptación de esas armas que mi ego, gran superviviente de emociones humanas, utiliza para actuar. La experiencia ha sido parte, sin darme casi cuenta, de mi labor de desenmascararme. Dónde está el límite entre mi mujer actriz y el personaje. Me ha hecho cuestionarlo. Ahora con menos resistencias puedo descubrir que en ese pequeño taller de olor intenso, Pablo reproduce la magia de representar, en sus obras, sin pudor, lo que ve profundo del alma humana, algo que también yo pretendo al hacer teatro.
Me ha brindado la oportunidad de mirarme en un espejo directo y verdadero.
Ahora bien, yo conozco al personaje, vivo, en acción. No puedo saber si en ese instante congelado alguien completamente ajeno podría identificar todas sus cualidades.
Querido” Mago” me has visto, me veo. Muchas Gracias.
Concha Quintana
 




Maquillaje. óleo s/lienzo 50 x 50 cm.
(Olalla)



 Pascal Benavides ( detalle)

Personaje creado por Sergio López



SI SEÑOR ,  ya es hora que alguien se interesase por retratarme, yo que llevo años llevando la cultura y la sabiduría popular por todos los rincones del país, por fin alguien decide a ponerme a la altura que merezco, con Fernando VII o Pío XII….
Las generaciones futuras sabrán quien fue Pascal Benavides… lo estudiarán en las escuelas.
¿Cómo decía que se llamaba?  Pues eso, muchas gracias señor Pablo….
Pascal Benavides.




Sergio López.  40 x 40 cms. 2013


Desde que el actor llega al taller comienza una interacción entre el mundo de la pintura y el teatro, el pintor indaga, propone… habla, y el actor mientras se va convirtiendo en personaje responde, opina, dice cosas que luego de una manera o de otra influirán en el resultado final…. Poco a poco ese actor se va transformando, la máscara lo va invadiendo y comienza a ser el personaje el que responde ha esas cuestiones y, por que no, el que comienza a poner todo en cuestión mientras se empapa del espacio en el que hoy se encuentra, un espacio poco habitual para él… 
Sergio López
Fragmentos del texto para el catálogo







La inconsciente (detalle)

Personaje creado por la actriz Nuridraka



La inconsciente

Actriz.-  Se ríe de la vida y con la vida, que la hace vibrar hasta hacerla borrosa porque todo
es un kaos, menos sus palabras; desorden, anarkía, DIVERSIÓN

Personaje.- CARCAJADA, ya es tarde para salvar el mundo!!!

 Nuridraka
Fragmentos del texto para el catálogo 








Paleta y pinceles


La pintura es el lugar en el que yo me hago preguntas . En el camino van quedando imágenes cuyo valor reside en dar paso a otras. Siempre las mismas siempre diferentes.

Tengo la ilusión de pintar algún día un cuadro que concentre en si la búsqueda de toda mi vida. De más está decir que lo logre o no, jamás tendré la certeza de haberlo conseguido.

EL ROSTRO Y LA MÁSCARA serie iniciada en 2012 con la entusiasta y entrañable participación de “la gente de Teatro” apunta a esclarecer, para uso propio, la dialéctica entre esencia y apariencia. La línea de sombra que separa la persona del personaje.

Juzgue el espectador la pertinencia de tal propósito.

Pablo Schugurensky










Tres etapas sucesivas durante la ejecución de "La construcción del personaje"
Retrato de Mariano Rabadán con el que inicié la serie a principios de 2012.






"Cabaret" (detalle)
Así se veía el retrato de Olalla después de la primera sesión de trabajo.





"Cabaret"


Veo el cuadro;   Me asomo a la pantalla la primera vez, oigo una respiración que me alarma. Paso de puntillas, miro de soslayo.-me preparo para la escena: los ojos se cargan de fuego de una vela.
Me detengo y me acerco—Reconozco la luz, en la mirada hay pájaros contenidos, una alegría de verbena y noche, al filo del sombrero voces y risas y castañuelas..también ciertos secretos de mis antepasados con los que se compensan las tristezas del tiempo.
Beber la vida a tragos…
Teatro.- lo tuyo es puro teatro.- eso me dice mi madre.

 Olalla Sánchez.
 Fragmentos del texto para el catálogo.





Maquillaje en el estudio.
(Algunas fotografías que tomé en el estudio).



Mariano.



Nacho.



Concha.




Nuri.




Sergio.




Olalla.